Prensa Mincyt/Karina Depablos.- Investigadores/as de la Fundación Nacional para el Desarrollo de la Biotecnología (Nadbio) trabajan sobre un proyecto para el manejo de pastizales libre de agroquímicos para una ganadería adaptada a la crisis climática.
De acuerdo con Andrés Kowalski, presidente de la Fundación Nacional para el Desarrollo de la Biotecnología, esta investigación, 100 % nacional, busca desarrollar un modelo agroecológico para la producción de forrajes, bajo un esquema regenerativo de alta calidad y libre de insecticidas y herbicidas.
“El proyecto se basa en cinco principios fundamentales. Uno, no disturbar ni física, ni química, ni biológicamente, es decir: no gasear, arar, o usar fertilizante sintético. No crear sobrepastoreo en los potreros. Dos, mantener el suelo protegido. Ningún suelo descubierto; mejora la infiltración y retención de agua, y evita que el suelo se caliente. Tres, mantener plantas vivas en el suelo, pues permite fotosíntesis y translocación de carbohidratos hacia las raíces para nutrir los suelos. Cuarto, biodiversidad; mientras haya más especies de plantas creciendo y animales pastoreando, el suelo se comporta mejor. Último, debe haber herbívoros, animales que coman los pastos”, precisó.
Para el científico, estos cinco principios garantizan que el suelo mantenga un constante incremento de materia orgánica, así como de una microbiota adecuada, lo que trae como consecuencia un suelo saludable que va a mejorar cada vez más con una mayor fertilidad química y retención de humedad.
“Esto va a generar un incremento de la producción por hectárea, reduciendo costos, mientras se utiliza el suelo como almacén de carbono lo que contribuye a mitigar los efectos del calentamiento global. Se contribuye con la soberanía alimentaria a través de la producción de forraje. Se promueve una ganadería regenerativa que fortalecerá la producción alimentaria nacional, así como al sector de exportación pecuaria, lo cual permitiría un mayor abastecimiento de leche y carne en el país”, expresó.
Aseguró que la investigación también mide las diferentes condiciones de las áreas semiáridas, donde predominan condiciones de sequedad extrema, puesto que la siembra de forrajes y manejo de pastizales se realizó en la parroquia Trinidad Samuel del municipio Torres en el estado Lara.
“Este proyecto se está llevando a cabo en una finca piloto con el apoyo del Ministerio para Ciencia y Tecnología, en una de las zonas más frágiles para la desertificación en Venezuela, y hemos logrado revertir el patrón de desertificación. Estamos mejorando la fertilidad tanto física, química y biológica del suelo. Al tener un suelo sano también se obtienen plantas sanas, y estas alimentan a los animales que van a estar sanos. Los animales sanos producen alimentos sanos, y los alimentos sanos generan poblaciones saludables de individuos”, subrayó.
En tal sentido, el especialista Andrés Kowalski explicó que los resultados han sido exitosos, puesto que han detectado la aparición de nuevas especies abejas, cigarrones y mariposas. “Lo mejor de todo es que ves unos indicadores de productividad y de producción en los animales mucho mejores de lo que teníamos antes. Ahora estamos trabajando en correlacionar las imágenes satelitales multiespectrales con la cantidad de materia orgánica que hay en el suelo, pero desde el punto de vista productivo, desde 2018 en adelante, vemos cómo nuestros animales crecen más rápido. Y esto qué significa: que una becerra cuando nacía, tardaba 36 meses en llegar a su peso de monta, unos 350 kilogramos. Ahora, nos estamos tardando 19 meses”, señaló.
Pasos a seguir
El presidente de la Fundación Nacional para el Desarrollo de la Biotecnología, Andrés Kowalski, explicó que se estima ampliar este modelo productivo agroecológico al estado Guárico. Además, añadió que comenzarán a trabajar con sorgo forrajero y gallinas en Lara.
“En julio, ya comenzamos el muestreo inicial masivo. Estamos muestreando cuatro veces al año, después de cada evento estacional. El verdadero impacto del proyecto es que vamos a producir mucho más gastando mucho menos. Todo se reduce a cuánto cuesta producir un litro de leche bajo este manejo agroecológico. Entonces, bajo este modelo el promedio indica que el litro de leche puede estar alrededor de los 10 u 11 centavos de dólar. Eso está por debajo del promedio nacional que se ubica por el orden de los 25 centavos de dólar”, aseveró.
En cuanto a la producción de hortalizas, recalcó que los resultados se verán en dos o tres años en productos sanos, 100 % venezolanos.
“Ya empezamos sembramos. Nuestros pimentones, tomates, lechosa, patilla, melones, berenjenas van a tener mucho mayor contenido de minerales que es lo que vamos a conseguir en el mercado tradicional. Por qué, porque son producidos bajo condiciones naturales, en donde las poblaciones de microorganismos actúan de manera correcta y no vamos a tener deficiencia de ningún micronutriente. Ellos van a encargarse de que estén biodisponibles. Por ejemplo, las micorrizas, hongos que van a jugar un papel muy importante, tienen mayor capacidad de exploración y tienen mayor capacidad de laceración del ácido carbónico. Este digiere y dispone los productos para las raíces que, de otra manera, sin su presencia no existiría”, manifestó.