Investigadores venezolanos debaten sobre transformación de sistemas educativo, productivo y cultural

Prensa Mincyt/Karina Depablos.- Durante la segunda jornada del V Congreso Venezolano de Ciencia, Tecnología e Innovación, investigadores y especialistas venezolanos aseguraron que uno de los graves problemas que presentan los sistemas de generación de conocimiento en áreas como educación, cultura, producción y conservación del ambiente es que se repiten parámetros colonialistas que no visibilizan la identidad, los saberes, la historia y la verdad del país. 

Durante el panel de discusión denominado “Educación, cultura, trabajo y naturaleza”, el ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas, explicó que la colonialidad y los sistemas de dominación persisten mucho más allá del proceso independentista venezolano, incluso, se han perpetuado y afinado con el tiempo.

“Lo que somos es producto del sistema imperante económico, en lo político a estas alturas del partido, es una pregunta que se responde a sí misma. Lo que somos lo condiciona el sistema en el que nos formamos. La más grande desinformación tiene que ver justamente con lo que tenemos, con nuestras raíces, con esa parte importantísima de lo que somos”, manifestó.

Villegas resaltó que se debe hacer una especie de escaneo de lo que se considera  como verdades, entorno y conocimientos para determinar la huella colonial del país.

“Esas verdades son producto de un esquema de dominación, pensado para perpetuar esas formas de dominación que pasan desapercibidas. Esas pautas de la razón, de ese proyecto modernizador son las que hoy estamos obligados a descifrar porque están en crisis en el mundo contemporáneo”, subrayó.

El ministro de Cultura declaró que una de las características de la cultura es la diversidad y que, en Venezuela, ahora se diserta y se trabaja sobre un gran propósito: la descolonización.

“Mientras nosotros tengamos una identidad bien sólida, podemos perfectamente dialogar con el mundo. Relacionarnos con el mundo, con sus distintas corrientes de pensamientos, con las distintas expresiones culturales”, recalcó.

Por su parte, el profesor de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte), Freddy Sánchez, aseveró que solo cuando el conocimiento se hace cuerpo es cuando es capaz de transformarse en una ética.

“Este camino que nos habla la antropología social es el camino de transdiciplinariedad y la manera de saltar este proceso es la manera de abordarlo, pero esto no significa que yo acabe con las disciplinas, porque el mundo disciplinario es un mundo de conocimientos importantísimo que ha construido interesantes puntos de vista sobre la vida, pero necesitamos las transdiciplinariedad ya que es la manera como se piensa normalmente en la vida”, enfatizó.

Para el educador, todo el conocimiento humano se puedo enseñar a través de una habilidad específica como hacer repostería, por lo que en el caso de un estudiante, por ejemplo, puede aprender cómo se vincula el conocimiento a la vida, a la creatividad y cómo se vincula a la práctica diaria para ser útil.

“Hay que ampliar la percepción estratégica de lo que queremos, revisando los contenidos del sistema educativo y cultural. Tenemos que integrar lo que se estudia y lo que se hace, si no se integra eso, no puede haber una integración de la práctica en la realidad”, agregó.

El economista Elvis González indicó que el debate también debe dirigirse a la transformación de la ciencia que se supone es neutral y objetiva, pero está dedicada a maximizar la ganancia, la riqueza monetaria o la propiedad de medios de producción, lo que pone genera problemas éticos y morales.

“No se trata de romper con el sistema definitivamente, pero sí se pueden hacer investigaciones, se pueden hacer pruebas pilotos de cómo sería una educación integradora, amplia donde el horizonte dé sentido, no solo hacia adelante o hacia atrás sino que el horizonte sea de ciento ochenta grados, en el cual yo pueda ir en la dirección que quiera, según mi imaginación e ingenio”, expresó.

Del mismo modo, la profesora Alison García señaló que el gran reto para Venezuela es lograr que el trabajo sea liberador, una forma de producción que elimine la dinámica de poder del sistema capitalista, en donde hay un sujeto que detenta la autoridad y hay un conjunto de asalariados o esclavos modernos.

“Tenemos el deber de trascender esos moldes que nos han colocado en la cabeza, para ayudar a nuestros hijos a expresarse. Tenemos en la praxis un Estado burgués intacto que es el mecanismo que nos está aplastando. Pero quién es el Estado burgués, yo soy el Estado burgués, cada uno de nosotros y la mayoría de las personas que están conectadas a nivel nacional e internacional son el Estado burgués. Son aquellos que ponen por encima la descripción de un cargo, más allá de la creatividad, felicidad y producción para la vida”, puntualizó.

Insistió en que el pueblo venezolano no puede apartarse de todo lo que ha conquistado, sobre todo en las áreas de la ciencia y la tecnología.

La investigadora Ángela Barrios comentó que sembrar conocimientos para la vida es un enorme desafío que no solo enfrenta Venezuela sino el mundo entero.

“Todos los días nuestros pueblos siembran y cosechan, permanentemente, sus conocimientos para la vida. Si la ciencia hoy se quiere acercar a eso ¡bienvenida! Yo hablo de la ciencia, no solo de las ciencias sociales solamente; estoy hablando de un concepto amplio que incluya la educación popular. El modelo civilizatorio tomó todos los espacios del conocimiento y por tanto las ciencias sociales también quedan atrapadas en eso, pero es importante saber que ni la ciencia, ni el arte, ni la cultura es neutral. Si la ciencia está llegando a esa sabiduría ancestral ¡bienvenida!”, añadió.

Ministra Gabriela Jiménez: Debemos generar conocimientos para el bienestar común

Prensa Mincyt/Karina Depablos.- La ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez-Ramírez aseguró que, debido a las circunstancias actuales, llegó el momento de hablar y trabajar por una ciencia abierta.

Durante la apertura de la plenaria del V Congreso Venezolano de Ciencia, Tecnología e Innovación (Covecyti), la ministra explicó que el conocimiento debe ser inclusivo y debe servir para superar las consecuencias de las medidas coercitivas unilaterales que afectan a los pueblos de 30 países del mundo.

“El Gobierno Bolivariano impulsa la articulación de las instituciones públicas para promover una respuesta desde la ciencia y la tecnología a las necesidades del pueblo. Una de las metas del congreso es debatir y escuchar a todos los sectores del país para postular un nuevo modelo civilizatorio tan necesario en este tiempo, tomando en cuenta tres horizontes: la crisis ambiental planetaria, la crisis económica mundial y los efectos de las medidas coercitivas unilaterales”, manifestó.

Desde los espacios del Polo Científico-Tecnológico, la ministra de Ciencia indicó que, en Venezuela, la Ley Orgánica de Ciencia y Tecnología fomenta la participación del pueblo en la construcción de los conocimientos como un factor fundamental de la transformación clásica de las formas y los procesos de la producción, con el fin de construir un bienestar colectivo.

Reiteró que uno de los grandes desafíos del V Congreso de Ciencia, Tecnología e Innovación es incorporar la cultura, historia e identidad venezolana a los planes y proyectos diseñados para fortalecer el aparato productivo del país.

“Cada uno de los actores del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología debe pensar cómo somos capaces de construir bienestar colectivo con el conocimiento, con los saberes de los pueblos originarios y afrodescendientes, porque la ciencia y la tecnología se impregnan y armonizan también con nuestra cultura. Las comunidades se convierten en espacios de investigación, de participación, de generación del conocimiento”, acotó.

De acuerdo con la titular de la cartera científica, la ciencia y la tecnología no pueden estar en contradicción con la vida. “Las formas y los procesos con los que se construye hoy el conocimiento han generado consecuencias en la naturaleza. Han generado pérdida de biodiversidad, estrés en el ecosistema, guerra, ruptura con la paz, desequilibrio con el entorno; han generado, inclusive, el distanciamiento entre los hermanos y las hermanas”, destacó.

Subrayó que la humanidad necesita entender que debe existir un derecho transgeneracional que garantice que la ciencia y la tecnología se conviertan en oportunidades para que las generaciones futuras tengan derecho a la vida, a la biodiversidad y a la paz.

“El modelo de producción, el modelo de vida, el modelo educativo que hoy se profesa en el mundo está en lucha con la vida. Hablar de la ciencia abierta es parte de un ejercicio de inclusión e igualdad. La ciencia no es estricta de los científicos, el ejercicio de la ciencia incluye a todos, a niños, ancianos, maestros, cultores, artistas, profesionales, pueblos, comunidades, nos convoca a todas y a todos. Entendemos que es el único espacio común para la vida es este planeta”, aseveró.

La ministra insistió en que el modelo de desarrollo que está en discusión destruye la mirada futura de la vida, por eso es imprescindible crear espacios como el congreso para construir saber con ciencia, donde se unan todos los actores productivos, económicos, políticos, educativos y culturales de la nación.

“Hablar de ciencia abierta nos convoca a la complementariedad de que la infraestructura tecnológica de nuestros pueblos debe complementarse y encontrarse en un ejercicio común del método científico para no duplicar el gasto, para compartir el conocimiento, para disminuir los obstáculos que tienen, por ejemplo, las pequeñas naciones en donde su población científica es menor al 1 %”, detalló.

La ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez-Ramírez declaró que, aunque es un trabajo muy complejo, la ciencia tiene que descolonizar, porque no se puede seguir creyendo que el ejercicio del método científico, de tubo y ensayo, sea la única fuente de la verdad.

“Hay tanta verdad fuera del tubo de ensayo, hay tanta verdad que contar; cómo repensar ese ejercicio cotidiano, cómo hacerlo a cada instante se convierte en un desafío de este V Congreso de Ciencia, y es una tarea de largo aliento que trasciende a nosotros. Estamos en este momento en el ministerio, pero también los convoca a ustedes, a los científicos y al pueblo, fundamentalmente a todo el país. No hay nadie más capacitado que todos juntos, no hay nadie más inteligente que todos juntos”, expresó.

Ministra Gabriela Jiménez: Trabajamos para repensar la ciencia en Venezuela

Prensa Mincyt/Karina Depablos.- De acuerdo con la ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez-Ramírez, pese a los graves efectos de las medidas coercitivas unilaterales, la crisis ambiental planetaria, la crisis del sistema capitalista y la pandemia de COVID-19, el pueblo venezolano ha dado un paso adelante y ha asumido el momento histórico que enfrenta con ingenio, investigación e innovación.

“En Venezuela, trabajamos para repensar la ciencia, para reorganizar las capacidades productivas desde la ciencia, la tecnología y la innovación. Impulsamos la actividad científica venezolana al reactivar el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación junto al Consejo Científico Presidencial que es una instancia dedicada a priorizar las líneas de investigación del país para darle mayor cabida al talento 100 % venezolano”, manifestó.

Durante su participación en el programa Enclave política, transmitido por Telesur, Jiménez-Ramírez declaró que uno de los objetivos del V Congreso Venezolano de Ciencia, Tecnología e Innovación (Covecyti) es debatir y generar saberes para enfrentar los grandes desafíos de Venezuela.

“El Congreso de Ciencia comienza este lunes 29 de noviembre. Convocamos a todos los actores públicos y privados, las universidades, los centros de investigación y los movimientos de base de movilización del pueblo. Significa que todo el pueblo venezolano que forma parte del sistema tiene el derecho de contribuir a formar parte del conocimiento, no es un espacio exclusivo académico”, resaltó.

Según la titular de la cartera científica, desde 1999, los venezolanos cuentan con una Constitución Nacional que reafirma el espacio de la ecología de los saberes y esto permite dar diversidad y apertura a todos los sectores del país.

“Hablamos de diversidad de pensamientos, credos, saberes, conocimientos. Hay pensamientos de equidad y una justa participación de todos los actores, comunidades indígenas, comunidades afrodescendientes, sectores industriales, campesinos, pescadores, movimientos industriales. Eso significa armonizar las formas y los procesos de generación de conocimientos para no solo quedarnos en el espacios clásicos que nos ha impuesto la modernidad como un formato de generación de conocimientos y que también reproduce los modelos del capitalismo”, expresó.

Biotecnología venezolana

La ministra para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez-Ramírez, explicó que, en los últimos 12 años, la Alianza Científico-Campesina ha logrado mostrarle al mundo que el campo es un espacio de investigación participativa que reúne a las comunidades campesinas con los especialistas en biotecnología vegetal.

“La Alianza Científico-Campesina es una expresión de los movimientos campesinos y sus saberes, en donde la familia campesina es el epicentro de todos los procesos de generación de conocimientos. Son actores del Sistema Nacional de Ciencia, no tienen una bata de laboratorio clásica, pero la investigación ocurre en el campo, trabajan con la crisis ambiental, por ejemplo, déficit de agua, pueden identificar semillas que sufren estrés hídrico, que son semillas ancestrales y tienen un manejo propio de nuestras comunidades indígenas también”, detalló.

Insistió en que este proyecto nacional resguarda la biodiversidad y promueve la producción de alimentos sanos y autóctonos lo que se traduce en soberanía agroalimentaria y en seguridad alimentaria para los pueblos.

En este sentido, agregó que el Gobierno nacional hace grandes esfuerzos para incluir a los consejos productivos de trabajadores de los espacios industriales así como a todo el sector educativo para promocionar la ciencia y la tecnología como herramientas para generar bienestar social al resolver problemas reales.

“También contamos con el programa Semilleros Científicos; los maestros y profesores de las escuelas básicas impulsan el amor por la ciencia y la tecnología desde temprana edad, a través de actividades lúdicas. Nuestra meta es armonizar los sectores del sistema y permitir el encuentro y el reconocimiento de todos los saberes. Queremos apropiarnos de nuevo de la ciencia y tecnología para producir y enfrentar este momento histórico de bloqueos y ataques”, enfatizó.

Ciencia abierta

La ministra Gabriela Jiménez-Ramírez comentó que diversas naciones del mundo trabajan en conjunto para impulsar la democratización del conocimiento para el bienestar común.

“En el 75 aniversario de la Unesco se promovió un documento que define la ciencia abierta como un elemento fundamental para encontrarnos en la complementariedad de la infraestructura tecnológica, en garantizar los beneficios de las ciencias para toda la humanidad. El conocimiento como derecho humano, la educación y que estos elementos nos permitan a todos/as apropiarnos de tecnologías y procesos que nos permitan descolonizar los procesos de la producción tecnológica que nos ha impuesto la modernidad”, subrayó.

Indicó que, aunque el 73 % de la investigación mundial está concentrada en EE. UU. y China, también esto representa una oportunidad para que los pueblos se unan en la construcción de saberes y conocimientos.

“Nuestros pueblos pueden construir programas de formación de talento de alto nivel en conjunto, y esa infraestructura tecnológica y esa infraestructura científica se puede, de alguna forma, extrapolar entre nuestros pueblos. Los pueblos que tenemos una misma cosmovisión y un mismo origen; es promover el bienestar colectivo desde nuestros principios, desde nuestra historia, desde nuestra mirada, desde nuestros valores”, acotó.

La pandemia no ha terminado

La titular de la cartera científica venezolana alertó a la población sobre la detección en Sudáfrica de una nueva variante denominada “Ómicron”, lo que significa que deben continuar las investigaciones en todo el planeta para garantizar la salud de los pueblos.

“Para construir bienestar social debemos compartir las herramientas tecnológicas, compartir las plataformas y compartir, inclusive, los datos epidemiológicos, cómo se comporta la inmunogenicidad de nuestras comunidades indígenas, de niños, adultos mayores y cuánto tiempo duran los anticuerpos posvacunación. En Venezuela, realizamos un ejercicio de soberanía en materia científica, y bienvenidos sean todos los desarrollos de los hermanos cubanos; porque tenemos un punto en común: que la ciencia es un elemento de bienestar colectivo, y no podemos privatizar el conocimiento y mucho menos privatizar la salud”, puntualizó.