Prensa Mincyt/Karina Depablos.- En el V Congreso Venezolano de Ciencia, Tecnología e Innovación, el viceministro para Investigación y Aplicación de Conocimientos, Francisco Durán, aseguró que las ciudades y los territorios de Latinoamérica son distintos al territorio capitalista mundial.
“Ciudad no es sinónimo de territorio, es un eje integrador. Para hablar de políticas públicas, habría que decir, en principio, por la dinámica del Gobierno, de una necesidad lógica, nos afincamos en lo coyuntural, pero sí tenemos un plan de desarrollo económico-social, el Plan de la Patria. Nosotros, por ejemplo, somos urbanos 40 años antes de que el mundo fuese mayoritariamente urbano, y no fue producto del capitalismo normal, sino del capitalismo rentístico venezolano. Es por ello que el territorio nacional es ocupado por un 65-70 % de la población”, manifestó.
Durante su intervención en el panel denominado “Ciudad, servicios, ambiente y energía”, Durán explicó que en las ciudades no están las condiciones para vivir bien, pero eso está asociado con unas políticas públicas que vienen de los años 20 y es una consecuencia de ser un país rentístico, no por ser petrolero.
“El 85 % de la población era rural en los años 20. Ahora es un poquito más del 90 % urbano, sin ser un país industrial, que es la fundamentación de la industria moderna, sino fundamentalmente de los servicios. Se nos hace mucho más difícil obtener los servicios, porque estamos lejos de donde están los insumos para producir los servicios. Debemos diseñar políticas públicas que prioricen las causas de eso, y no las consecuencias”, expresó.
Por su parte, Greicys Barrios, ministra del Poder Popular para Agricultura Urbana, comentó que el carácter humano es la principal característica de un proceso de transformación en Venezuela, sobre todo si se busca el bienestar desde las áreas de ciencia y tecnología.
“Desde la agricultura urbana y desde la planificación de espacios productivos para la siembra, pues debe existir definitivamente una vinculación muy estrecha con el territorio y eso no puede desvincularse con la realidad que tenemos actualmente”, enfatizó.
Del mismo modo, Juan Carlos Rodríguez, profesor y activista del Movimiento de Pobladores, señaló que el problema esencial radica en la concepción que tenemos sobre ciudad, ya que está basada en un proyecto moderno colonial.
“Mientras nosotros no vayamos hacía un proceso de descolonización de la concepción de ciudad nada va a cambiar. Vamos a estar entrampados como en una especie de dilema. Por un lado, padecemos todos los males de esa concepción planetaria que tenemos sobre el modo de vida en la ciudad. Entonces, estamos lidiando con eso y padeciéndolo, y tratando de construir una alternativa a eso sin la apropiación de nuevas concepciones que nos permitan avanzar en nuevos horizontes. Para eso es el debate: para construir soluciones tomando en cuenta nuestra cosmovisión”, puntualizó.
De acuerdo con Adrián León, investigador de la Fundación para el Avance de la Ciencia y la Tecnología en Miranda, la ciudad no es un espacio neutro: fue diseñada para ser un instrumento de dominio colonial y neocolonial de la población y para la reproducción del capital.
“La ciudad está determinada por la racionalidad imperialista del trabajo. La evolución de la ciudad como constructo de la modernidad ha devenido en la máxima dicotomía entre sociedad y naturaleza, generando un aislamiento de los procesos naturales y hasta un conflicto con ellos. Esta fragmentación de los procesos y del conocimiento de los territorios conlleva a la privatización y la mercantilización de los mismos. La ciudad es depredadora, es un instrumento de dominación de la naturaleza sostenido por un imaginario de progreso, desarrollo, abundancia y superioridad”, expresó.
En su participación, Ana María Hernández, docente de la Universidad Bolivariana de Venezuela declaró que el lema “vivir viviendo” de Hugo Chávez Frías se refiere a estar en sintonía con el contexto, con el barrio y con la gente y sus referentes culturales.
“Esa acción de punto y círculo del Estado venezolano es una ciudad pensada para la gente, una ciudad pensada en función de que vivan con las necesidades cubiertas. Nosotros tenemos una guerra silenciosa, una guerra multifactorial. Entonces, ¿dónde nos atacaron en 2016, 2017 y 2019? Nos atacaron los servicios públicos, nos atacaron el sentir y la comodidad de estar en la ciudad, pero no solamente en la capital, sino en todas nuestras ciudades”, subrayó.
Insistió en que las políticas que se hicieron a partir de todos estos incidentes se destinaron a la seguridad y a trabajar en colectivo, por lo que apelaron al sentimiento de solidaridad y de comunicación entre los pobladores.
“Nosotros estamos viviendo procesos de modernidad en decadencia, en donde la individualidad es la estrella. Por eso la política de vivir en comunas causó tanto ruido y, lamentablemente, no hubo un seguimiento de la información de esa política pública. No hay una estrategia y eso permite que la disrupción acabe con esta política pública. Reivindico en esta acción el trabajo familiar; la familia que nos da los valores, la familia que nos pide a diario cuidar lo que tenemos junto con las instituciones del Estado”, dijo.