Prensa Mincyt/Karina Depablos.- Científicos del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) avanzan en un proyecto de multiplicación y producción de semillas de alta calidad genética y fitosanitaria de rubros estratégicos nacionales.
Durante la instalación del Polo Científico-Tecnológico venezolano, Yurani Godoy, investigadora y vicepresidenta de IDEA, explicó que, dada la necesidad de producir alimentos de manera soberana y responsable con la Tierra, se han abocado a promover el rescate, conservación y multiplicación de semillas de alto interés para la nación, como papa, batatas, yuca, caña de azúcar, cacao y leguminosas, a través del uso de herramientas biotecnológicas y tecnologías apropiables y sustentables.
“Hoy podemos contar con un producto de investigación que es la variedad de caraota Idea 52. Esta variedad es un cruce de variedades resistentes a estrés hídrico así como a plagas y enfermedades. La calidad genética de estas semillas la garantizamos a través de evaluación de microorganismos benéficos como bacterias solubilizadoras de fósforo; con ella fomentamos el uso sustentable de fertilizantes en campo”, manifestó.
Asimismo, Godoy indicó que, gracias a la Alianza Científico-Campesina, en el Banco de Germoplasmas del IDEA, hay semillas resguardadas de papa, yuca, estevia y otros rubros, así como diferentes variedades de pisos climáticos del país, con el objetivo de impulsar la producción de alimentos sanos.
Por su parte, el investigador y director del Centro de Agricultura y Soberanía del IDEA, Juan Mateus, comentó que la población desconoce que, en Venezuela, la papa, la batata o la yuca son cultivos 100 % nacionales y que es necesario dirigir los esfuerzos para producir semilla de alta calidad genética y sanitaria.
“El Ministerio para Ciencia y Tecnología se ha dedicado al rescate de la semilla en un proceso organizado junto a las instituciones y productores semilleristas para llegar a producir semilla de alta calidad en los volúmenes necesarios para la producción nacional. El esquema de semilla importada fue y sigue siendo el problema fitosanitario, aunque venga certificada; a veces, no vienen totalmente limpias, traen enfermedad y plagas de otras naciones que, junto con el cambio climático, producen un efecto bastante nocivo en nuestro esquema agrícola de producción”, enfatizó.
Añadió Mateus que la comunidad científica nacional trabaja incansablemente para mejorar la producción agroalimentaria con la aplicación de métodos que buscan la armonía con el ecosistema, sin devastar la Tierra.