Científicos venezolanos producirán con biotecnología musáceas tolerantes a enfermedades

Prensa Mincyt/María Frías.- Un grupo de especialistas criollos promueve el uso de rayos gamma para generar nuevas plantas de cambures, plátanos y topochos resistentes a la enfermedad moko o hereque bacteriano, causada por la bacteria Ralstonia solanacearum, que afecta gravemente los cultivos en regiones tropicales y subtropicales del mundo.

De acuerdo con los investigadores Darío Torrealba, Sandy Molina, Irmarú Torres y Juan Mateus, integrantes de la Dirección de Agricultura y Soberanía Alimentaria del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), el cambio climático ha causado innumerables daños en el planeta, entre estos se halla la generación de ambientes propicios para que algunos microorganismos, como los hongos y las bacterias, causen enfermedades que, en condiciones normales, no aparecerían en las plantas.

En tal sentido, el cultivo de musáceas en Venezuela no escapa de esta realidad. De hecho, en los últimos años, ha sido gravemente afectado por dicha enfermedad.

El equipo responsable del estudio resalta que la presencia del moko se puede identificar por el amarillamiento de las hojas de las plantas. Es una enfermedad que, progresivamente, causa la muerte de la planta, por obstrucción de los conductos por donde esta se alimenta. Además, se esparce muy fácilmente, y llega a destruir hasta el 100 % del cultivo en aquellas zonas donde se detecta.

Para hacer frente al hereque bacteriano, los investigadores del IDEA, en conjunto con pares del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) aplicaron energía, en forma de rayos gamma, para la generación de nuevas plantas diferentes a la planta madre, con el objetivo de crear una mata resistente al hereque para, luego, ser multiplicada.

Este grupo de científicos estima obtener resultados satisfactorios, en corto tiempo, para apoyar a aproximadamente 22 mil productores que cosechan las musáceas en el país, alimento predilecto en los hogares venezolanos.

El científico Darío Torrealba explicó que el proyecto inicia con la identificación y caracterización del agente causal de la enfermedad. Después, se estudia la propagación masiva de yemas laterales de los clones susceptibles a esta.

“Posteriormente, se procede a la irradiación de las vitroplantas, con una dosis de rayos gamma. Las variantes genéticas obtenidas son inoculadas con una concentración definida del patógeno. Finalmente, se procede a la caracterización, evaluación y selección de las líneas promisorias, con énfasis en la tolerancia a la enfermedad”, manifestó Torrealba.

Experiencias de mejoramiento genético, mediante el uso de herramientas biotecnológicas, ha permitido la obtención de materiales promisorios en el país con características de tolerancia a la sequía, a la salinidad y a patógenos, como hongos y bacterias; líneas que, por métodos convencionales, se tomarían un tiempo más prolongado.

De esta manera, indicó que, con esta tecnología, se podría contribuir al trabajo de los pequeños y medianos agricultores venezolanos. Además, se fortalecen los sistemas agroproductivos con el aumento de la producción y la calidad de la cosecha de estos rubros tan fundamentales en la mesa del pueblo venezolano.

Investigadores venezolanos evalúan potencialidades de la mucuna para tratar el párkinson

Prensa Mincyt.- Mucuna pruriens es una leguminosa tropical que posee, en su composición, elevadas concentraciones de levodopa, el tratamiento oral más eficaz para el abordaje terapéutico de las manifestaciones motoras de la enfermedad de Parkinson. Esta planta se cultiva y crece en Venezuela.

Dos investigadores del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) han identificado, hasta ahora, tres variedades de Mucuna pruriens que serán usadas para la obtención de principios activos con efecto potencial para tratar este trastorno neurodegenerativo complejo vinculado con factores genéticos y ambientales.

“Sabemos que la leguminosa M. pruriens, conocida comúnmente como ‘toddy’, pudiera ser parte de una terapia complementaria contra el mal de Parkinson, ya que contiene un promedio de 4 % a 7 % de levodopa, en sus semillas. El objetivo de nuestro proyecto es identificar y cuantificar los contenidos de este aminoácido en las distintas variedades de mucuna que hay en el país”, apunta Juan Mateus, autor principal del estudio y jefe del Laboratorio de Biotecnología Agrícola, de la Dirección de Agricultura y Soberanía Alimentaria.

Esta investigación nació como una iniciativa orientada a dar respuesta a los más de 30 mil personas que padecen enfermedad de Parkinson en Venezuela, quienes, desde hace algunos años, enfrentan grandes dificultades para acceder a los tratamientos producto del bloqueo imperial del Gobierno de los Estados Unidos.

Mateus recuerda que, según evidencia científica, las semillas de M. pruriens contienen altas concentraciones de levodopa, aminoácido no proteico y precursor directo del neurotransmisor dopamina, un importante compuesto químico del sistema nervioso central, que participa en la emotividad, la afectividad, la comunicación neuroendocrina y la actividad motora fuertemente comprometida en la enfermedad de Parkinson. Este aminoácido tiene efectos significativos para reducir y controlar los síntomas del párkinson: rigidez muscular, temblores (discinesia), espasmos. También, sirve como alternativa para el tratamiento de otros trastornos neurológicos asociados al estrés oxidativo, como el alzhéimer; para regular la tensión, el estreñimiento, edemas, fiebre, úlceras; incluso ha mostrado tener actividad inhibidora de ciertos venenos de serpientes.

“Estamos recorriendo un camino que otros científicos ya han hecho. Pero es necesario dar esos pasos en el país no solo para identificar y cuantificar el perfil de levodopa en las variedades de M. pruriens locales, sino también para caracterizar los cultivares y sus respectivos rendimientos en los distintos territorios”, prosigue.

El equipo criollo, conformado por los científicos Darío Torrealba y Juan Mateus, confirma la presencia de tres variedades de M. pruriens en el país: negra, variegada (que tiene pinticas) y blanca crema. “En Venezuela, muchos conocen a la mucuna como ‘toddy’ porque, al hornear y moler la semilla, adquiere un sabor y una textura achocolatadas”, señala Mateus.

El agrónomo precisa que esta planta trepadora utilizada de forma milenaria en la India, como medicina natural —por tener unos compuestos fitoquímicos con acciones profundas sobre el sistema nervioso—, se cultiva en casi todo el territorio nacional, especialmente en zonas por debajo de los mil m s. n. m. Este bejuco, con hermosas flores moradas, crece en mayores cantidades en los estados Cojedes, Yaracuy, Barinas, Trujillo y Lara.

Pese a la evidencia que hay sobre las bondades de la Mucuna pruriens para tratar el párkinson, aún, hay otros compuestos fitoquímicos no precisados, dice el investigador. Pero la mucuna tiene todos los atributos para ser considerada como parte de una potencial terapia complementaria, o para el desarrollo de un fármaco a partir de la levodopa naturalmente presente en esta prometedora leguminosa, que incluso genera menos efectos secundarios que la versión farmacológica de levodopa-carbidopa.

“Este estudio nos da la oportunidad de evaluar, en detalle, las potencialidades de la M. pruriens. Queremos construir un banco de semillas de cada variedad de la planta, con la caracterización del contenido de levodopa en estas. Este sería un aporte valioso para avanzar en el aislamiento y en la caracterización de principios activos para potenciales fármacos contra el párkinson, así como para tratar otras enfermedades”, valora.

La investigación determinará, además, parámetros agronómicos con un enfoque agroecológico, como identificación de zonas con mayor y mejor capacidad de producción, rendimiento de kilo de semilla por hectárea, resistencia de las variedades a plagas. Los resultados serán compartidos para su uso en otros países del Sur.