Científicos cuestionan papel de la ciencia y el desarrollo ante crisis ambiental

Prensa Mincyt/IVIC.- Hoy en día, el discurso dominante de la ciencia está siendo objetado por un grupo de científicos venezolanos, quienes la señalan como la responsable de la actual crisis ambiental que enfrenta la humanidad.

Seis estudiosos de la materia se dieron cita en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) para responder la siguiente interrogante: ¿Está la ciencia a favor o en contra del desarrollo? Partiendo de la premisa de que la ciencia y el desarrollo deberían ir de la mano a fin de encontrar las soluciones a los distintos problemas que aquejan a la humanidad.

“Lo que está ocurriendo en el planeta tiene explicaciones, pero dentro del sistema no se permite entender ni transformar el problema. Esta crisis no está dada porque es el devenir de la humanidad, sino que viene dada por una culturalidad que pareciera estar en guerra con la naturaleza y con buena parte de los seres humanos”, aseguró Francisco Herrera, investigador del Centro de Ecología del IVIC y promotor del encuentro.

A juicio del ecólogo del IVIC, la ciencia y el desarrollo son parte del problema, porque mientras todos piensan que hace falta más desarrollo, en el fondo lo que se está diciendo es que hace falta más guerra contra la naturaleza y explotar más a las personas.

Es la crisis ambiental planetaria la que acabará con la vida en la Tierra. “Un capitalismo que requiere de esos recursos naturales para mantenerse creciendo. Unos territorios donde ya no alcanzan para repartir y que la ciencia les dice ‘yo te puedo seguir dando más naturaleza’”, señaló.

De acuerdo con Herrera, “parte de la solución radica en replantearse el problema, comprenderlo, generar conciencia y, por último, que aparezcan las transformaciones”.

Entretanto, Alexis Lozada, director del Centro de Estudios Ambientales de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), plantea cómo debería contribuir la ciencia al desarrollo dentro de un nuevo constructo ideológico. Asimismo, propone hacia dónde se debe ir.

Para el experto, la obra de Walter Benjamin, Alerta de incendio, la inercia suicida, escrita en 1940, en la actualidad está más vigente que nunca.“Benjamín nos habla desde dos posturas: una, según la cual se debe tener un pesimismo a ese futuro del progreso; y otra, que es el optimismo hacia donde nos puede llevar en caso de no ver lo negativo. ¿La ciencia está al servicio de quién, de los oprimidos o de la burguesía que persigue la acumulación de capitales? Nuestra ciencia no debe seguir apoyando esto”, sentenció Lozada.

III Congreso Venezolano de Agroecología visibilizará un hervidero de experiencias transformadoras

Nerliny Carucí.- Caracas fue elegida como sede del III Congreso Venezolano de Agroecología, que se realizará entre los días 17 y 19 de octubre del presente año.

El encuentro —organizado bajo el lema “Abono de esperanza para la resistencia y la construcción de otros mundos posibles”— congregará a trabajadores de la tierra, investigadores, innovadores, comuneros, en las aulas de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte).

Se trata de un “encuentro doble” de debate y presentación de trabajos, tal como lo anuncia el investigador Francisco Herrera, miembro de la Asociación Venezolana de Agroecología, “con el objetivo de reflexionar acerca de los modelos de producción agroecológicos, y sobre cómo hacer para que estas prácticas se repliquen a mayor escala, en un país que vive bajo asedio imperial”.

El III Congreso Venezolano de Agroecología pondrá en la agenda nacional la construcción de procesos agroecológicos, como un modo de existir, en lucha, resistencia e insistencias de nuestras raíces.

El programa establece tres días de reunión, centrados en la socialización de investigaciones académicas y de experiencias comunitarias; conferencias, mesas de trabajo, plenarias, ferias e intercambios culturales; para conocer y analizar los logros y los desafíos de la agroecología en el país.

A tono con la agricultura familiar

Para el ecólogo Francisco Herrera, “Venezuela es un hervidero de iniciativas agroecológicas que son invisibilizadas; porque, aún, mantenemos y reproducimos la falsa creencia de que el modelo agroindustrial genera los alimentos”.Indica que la agricultura familiar genera más del 60 % de los alimentos que consumimos en el planeta; al respecto, precisó que así lo ratificó, recientemente, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).

Recuerda que, si bien la agroecología tiene décadas en creciente expansión, se debe reconocer cómo fue a partir del año 1999 que hubo un boom en el país: “El artículo 305 de la Constitución habla de agricultura ecológica; es un cambio de paradigma.

A partir de entonces, se ha registrado un conjunto de iniciativas, públicas y populares, para promover la agroecología. Una de ellas es la creación del Programa Nacional de Agroecología en la Universidad Bolivariana de Venezuela, de donde florece el congreso que hoy nos convoca”.

Una práctica vital

Sobre el significado de la agroecología, la bióloga Dayana Ortiz, una de las organizadoras del Congreso, aporta que esta es una práctica vital para el futuro del mundo.

“La agroecología no solo es una ciencia, un movimiento, una práctica cotidiana: es la vida misma en el planeta. No debemos colocar a la naturaleza apartada de las sociedades humanas. Debemos reconocer que somos parte de la naturaleza, y aprender a establecer relaciones responsables”, manifiesta.

Ortiz agrega que es necesario articular las experiencias locales transformadoras: “Tenemos un modelo agrícola que no sostiene la vida, sino que más bien la deteriora. El modelo agroindustrial hace un uso indiscriminado de los recursos del planeta. Con la agroecología, podemos devolver su justo valor a los recursos de la Tierra. Los recursos naturales no son una mercancía; es hora de preservarlos”.

Por su parte, William González, estudiante de Agroecología en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), señaló que este encuentro nacional debe integrar las experiencias locales exitosas para construir un plan de soberanía alimentaria sobre bases académicas y saberes populares.

“La situación mundial actual nos dice muy claro: ¡o nos conectamos o nos extinguimos! No hay más opción. Bajo las condiciones que estamos viendo, hay cambio climático, menos disponibilidad de agua. Son alertas que deben llevarnos a detener la dependencia de la agroindustria y la renta petrolera, para volcarnos a la experiencia productiva familiar y comunal”, subraya.

Un movimiento necesario

Dayana Ortiz significa que, en las ediciones anteriores del Congreso, quedó pendiente generar un movimiento nacional, una especie de red de redes de iniciativas productivas agroecológicas, desde los espacios rurales hasta los urbanos, para articular políticas y promover, juntos, las estrategias que están permitiendo la territorialización de la agroecología.

En esta oportunidad, se ha abierto el abanico de participación a distintos actores populares e institucionales: “Invitamos a redes locales de producción y distribución, comunas, redes de innovación, agricultores urbanos y rurales, estudiantes, profesionales, cocineros/as, semilleristas, conuqueros/as, científicas/os; en fin: cualquier persona interesada en estos temas, para el encuentro, el intercambio y la construcción de un movimiento agroecológico nacional”, precisa la investigadora.

Para mayor información sobre la dinámica del Congreso y el proceso de registro, el equipo organizador pide consultar la página web: https://avaagroecologia.wixsite.com; o el canal en Facebook: https://www.facebook.com/IIICongresoVenezolanodeAgroecologia2019.

Fotos: Cortesía Prensa Mincyt