Prensa Mincyt/Gustavo Rangel.- Desde el inicio del confinamiento comunitario por la pandemia de COVID-19 durante el pasado año, un 43 por ciento de las mujeres de nuestro país han participado en las diferentes redes de salud que se han creado para prevenir la propagación de esta enfermedad que ha dejado varios millones de fallecidos en el mundo, según demostró un trabajo desarrollado por un grupo de investigadoras en el cual se intenta dilucidar el impacto que ha tenido la pandemia y las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos en las féminas venezolanas.
Los resultados de este trabajo fueron expuestos en el foro digital “Mujeres viviendo la pandemia en Venezuela” en donde se detalló que la referida encuesta demostró que la actual pandemia ha permitido a las féminas reconocer la importancia no solo del cuidado de la familia, sino también del “cuidado de sí” en materia de prevención de la salud y la valoración de la vida.
“El cuidado de sí, en salud, es considerado un proceso dinámico de reflexión, de autocrítica, sobre estilos y modos de vida asumidos. Implica responsabilidad individual y colectiva para proteger la salud, la vida, el equilibrio”, detalló María Cristina González, catedrática de la Universidad de Carabobo que participó en el desarrollo de este trabajo de investigación.
González enfatizó que el reconocimiento del “cuidado de sí” lleva implícito un proceso de empoderamiento y de autonomía para la autogestión, para impulsar todas las capacidades y potencialidades propias, así como para el control de la salud. “Este es un hecho que nos parece muy importante», por lo que significa pensarse, como mujeres con derechos y posibilidades, en un proceso de vinculación comunitaria, enfatizó.
La científica social indicó que, conforme a lo recogido en la referida encuesta, las mujeres imaginan su vida después de la pandemia “más conscientes, más esperanzadas, más serenas, más espirituales, más solidarias, más calmadas”.
En este sentido, explicó que estas expectativas de las mujeres están vinculadas con la espiritualidad, los circuitos de cuidado establecidos y con las formas de trabajo productivo que han reinventado para mantenerse activas y atraer recursos al hogar.