La presencia de la mujer en la agricultura y ganadería regenerativa se ha incrementado en los últimos años en el país, logrando conquistar espacios donde culturalmente el hombre ha liderado. Ahora ambos actores comparten el trabajo de esta ciencia que viene de la tierra a otorgar más vida y más alimentos saludables con productos derivados del campo venezolano.
A mediados del mes de abril, los expertos en regeneración de suelos Ray Archuleta de Estados Unidos (EEUU), y Alejandro Carrillo de México, realizaron una gira por varios estados ganaderos y agricultores del país, para compartir experiencias y conocimientos en su área.
En cada región visitada, la mujer estuvo presente para instruirse y, además, exponer lo que desde sus antepasados han heredado y puesto en práctica en sus tierras.
“Estamos haciendo las cosas bien, empíricamente y por intuición hemos empleado los principios de la ganadería regenerativa en nuestra producción”, afirmó Ana Carolina Solórzano, productora de ganadería ovina del estado Portuguesa, desde la sede de Nadbio en el estado Yaracuy, donde se realizó el Curso Teórico Práctico sobre Agricultura y Ganadería Regenerativa.
Solórzano es arquitecta de profesión; proveniente de una familia guiada por su padre Luis Fernando, un piloto de aviación de fumigación agrícola, quien le sembró el amor por el campo.
Su tarea en la producción de alimentos de calidad -como carne de primera y nutritiva- está dirigida a atender la salud nutricional de los niños y las niñas. Siendo madre, Solórzano siente gran interés en la ganadería regenerativa, la cual es una acción amigable con el planeta.
“No se trata solo de producir para hacer dinero, sino de ayudar al medio ambiente y aprovechar los recursos para hacer cada proceso lo más económico posible, en mi caso con carne de cordero, con nutrientes que alimenten de verdad”, contó la ganadera que también se especializa en rotación de potreros y diseños de planes nutricionales.
Amor por la naturaleza
Carolina Medina, ganadera de la Agropecuaria Valle Grande y Agropecuaria Boquemonte, ubicadas en Santa Bárbara de Barinas, estado Barinas, se describe como una pionera de lo natural en su región; ama la naturaleza y está en la búsqueda constante de honrarla, ahora desde la ganadería regenerativa.
Luego de participar en el curso teórico práctico recordó que su amor por el campo viene de sus abuelos en Colombia, donde a raíz del conflicto armado perdieron sus tierras y migraron de manera forzada a Venezuela, para seguir trabajando el campo.
“En Venezuela me casé con un hombre maravilloso que ama la tierra, y juntos hemos reforzado ese legado de amor que nos llama a cuidar la naturaleza; una naturaleza que ha permitido mantener con vida a uno de nuestros hijos que sufrió de cáncer, lo que fortaleció mi amor por el campo y su cuidado para seguir generando vida a través de él”, expresó.
Por su parte, Silvia Paz, productora agropecuaria del estado Zulia, asegura que tener acceso a los conocimientos y las experiencias científicamente comprobadas sobre cómo regenerar los suelos, de una manera más sustentable y amorosa con la naturaleza, es una actividad que debe replicarse constantemente en el país, fomentando la participación de la mujer.
Tras participar en el curso dictado por los expertos en el área, Silvia, aseguró que aplicará las recomendaciones de Archuleta y Carrillo, para ser más eficiente en su producción reduciendo costos y cuidando la tierra.
“Sin duda alguna esto es una pasión que llevo en la sangre desde pequeña y trabajar en ello es una experiencia gratificante y a la vez de mucha responsabilidad, paciencia y amor y en eso, las mujeres somos las indicadas”, dijo.
Sumando a la iniciativa de tener cada día más presencia femenina en el campo, Liam Rodríguez, Gerente General de la Hacienda Doña Ino, garantizó la presencia de mujeres ganaderas y agricultoras en el primer evento sobre esta materia que se efectuó junto a los científicos.
Además, precisó que la “constancia, terquedad y decisión” de la mujer son características a favor para establecer la recuperación de suelos desde su regeneración natural en el país. “Nosotras estamos dotadas de paciencia”, dijo Rodríguez.
La joven ganadera decidió dejar de lado la arquitectura, y desde hace 11 años se interesó por el campo. Inicialmente, lo hizo con la visión de la esposa de ganadero. Sin embargo, hace tres años tomó las riendas de Doña Ino, donde practica la regeneración de suelos en unos terrenos que antes estaban áridos.
“Comencé leyendo sobre agricultura y ganadería regenerativa; vi que era algo nuevo y bonito. Para mí fue sencillo comenzar y mi proyección es tener una hacienda sustentable y ejemplo de ganadería regenerativa, de manejo y bienestar animal, y calidad de productos con suelos saludables”, proyectó.
Similar visión tiene Cristina Alvarado, administradora y trabajadora en un laboratorio veterinario en Falcón, quien considera que las técnicas ecológicas aprendidas con los protagonistas del documental “Kiss the Ground»permiten a las mujeres transmitir, desde su visión maternal y generadora de vida, los conocimientos y prácticas para desplazar el uso de fertilizantes y químicos tóxicos para la tierra.
“La misma tierra da las herramientas para fertilizarlas mejorando su salud y como consecuencia la de la naturaleza, sus animales, los seres humanos y el planeta. La diversidad de beneficios es grande y nosotras también somos responsables del cambio, sacando provecho a nuestras tierras que afortunadamente son fértiles”, reflexionó.
Mirada científica
Para la profesora e investigadora del Instituto de Biología Experimental de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela (UCV), y coordinadora del Laboratorio de Mejoramiento Vegetal en el Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (MinCyT), María Oropeza, el protagonismo de la mujer en las ciencias conectado al trabajo del campo es una labor que se viene haciendo desde hace años.
“Las mujeres en la ciencia hemos estado comprometidas con llegar a los productores para conocer sus necesidades y resolver problemas reales, para que nuestra agricultura siga siendo cada vez más amigable con el ambiente”, destacó.
Agregó que desde la Alianza Científico-Campesina se ha logrado cambiar la tendencia de destruir el ambiente con tal de producir, trabajar la biodiversidad y su mantenimiento tanto de suelos, plantas y animales dotados de paciencia; ya que cambiar la agricultura y ganadería tradicional a la regenerativa requiere de ella y de “olvidar la arrogancia de productores en Venezuela y el mundo”.
De igual modo, la profesora de la Escuela de Biología de la UCV, Alicia Cáceres, enfatizó que la mujer venezolana viene ampliando y practicando sus conocimientos en la cultura regenerativa para mantener la productividad de los cultivos y liderar el manejo de suelos estresados, asociando la alimentación sana con ello.
