Luego de más de tres años de pandemia provocada por el virus causante de la Covid-19, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró, este viernes, el fin de la emergencia de salud pública de interés internacional.
“El Comité de emergencia se reunió por décimo quinta vez y recomendó que declarara el fin de la emergencia sanitaria global, y yo acepté ese consejo”, destacó el investigador.
A través de su cuenta en la red social Twitter, Adhanom apuntó que según los registros, de poco más de un año, la mortalidad y los casos de Covid han ido en descenso, por lo cual, “luego de 1.221 días desde que se reportaron los primeros casos de una neumonía desconocida, ya la mayoría de los países han vuelto a la normalidad, tal como la conocíamos antes de la pandemia”.
La OMS proclamó el brote de coronavirus como una emergencia sanitaria el pasado 30 de enero del año 2020, seis semanas antes de categorizarla como pandemia. Al respecto, la organización que la pandemia ha sido una de las más grandes tragedias mundiales. Además, agregó que se pudo haber enfrentado mejor, “teníamos los medios y la tecnología para mitigar su impacto pero la falta de confianza, de coordinación y de solidaridad hizo que se perdieran muchísimas más vidas de las que debieron perderse”.
Según los últimos datos del organismo, desde el comienzo de la pandemia se ha registrado más de 765 millones de casos confirmados por Covid-19. “Fue más que una crisis de salud, fue una disrupción social y económica que arrojó a millones de personas a la pobreza. No debemos cometer los mismo errores, a nuestra generación corresponde hacer los correctivos necesarios”, indicó.
El director de la organización comentó que el fin de la pandemia no significa la Covid-19 haya dejado de ser una amenaza global en salud. “La semana pasada se cobró una vida por cada tres minutos, y eso es solo lo que se reporta, lo que conocemos. Mucha gente sigue luchando por su vida en las salas de miles de hospitales de todo el mundo. El virus está aquí para quedarse, sigue matando y sigue mutando. Los países no pueden bajar la guardia, desmantelar las redes que crearon o enviar un mensaje de que el Covid no es un motivo de preocupación. Y si es necesario, no dudaré en nombrar otro comité de emergencia si la Covid-19 vuelve a poner al mundo en peligro”, puntualizó.
Venezuela en la batalla por la vida
Venezuela es el único país sudamericano con una Comisión Presidencial para la atención de la pandemia comprometida en aportar soluciones, ideas y respuestas ante la incógnita de la enfermedad que se había extendido en gran parte del mundo y que afectaba a la humanidad.
Desde el 13 de marzo del 2020 con el reporte del primer caso confirmado, las políticas sanitarias impulsadas por el presidente de la República, Nicolás Maduro, contribuyeron a la contención de la propagación del virus.
Ante la interrogante del qué hacer, la respuesta del Gobierno Bolivariano fue catalogada mundialmente como una de la más acertadas.
Con una administración dedicada al cien por ciento a la salud pública, se organizó e impulsó una serie de medidas centradas en el bienestar del pueblo.
La recordada cuarentena radical con la suspensión de actividades escolares y laborales decretada el 16 marzo de mismo año, y alargada por varios meses para evitar que el virus “circulara”, como lo decía el para aquel entonces ministro del Poder Popular para la Comunicación, Jorge Rodríguez, fue una de las medidas necesarias para que la curva de contagios se mantuviera aplanada.
El país entró en confinamiento, con excepción de los servicios de salud, alimentación y transporte a solo tres días después del registro de los primeros casos de la enfermedad, siendo la implementación de la estrategia más rápida en comparación con otros países.
Las medidas de protección y prevención de la Covid-19 siguieron con las grandes jornadas de despistaje masivo con la aplicación de las pruebas PCR, las labores de desinfección en los espacios públicos, mercados populares, paradas de transporte y el uso obligatorio de alcohol y el tapabocas para quienes a diario salían a la calle a contribuir con la lucha en la batalla contra la pandemia.
Método 7+7 ejemplo al mundo
Con la llegada del método venezolano, el famoso “sistema 7+7”, que consistía en una semana de aislamiento y una de flexibilización, se comenzó a levantar progresivamente las restricciones de algunas actividades para mantener el sistema productivo del país.
Para continuar apoyando a la población el Gobierno Nacional, aprobó además, algunos métodos económicos para no soltar la mano al pueblo y seguir garantizando ingresos a los venezolanos y venezolanas. Con la reducción de pago en los servicios básicos, -agua, luz, teléfono y gas-; el suministro fijo de alimentos en las comunidades; y sobre todo, garantizar el salario que siempre se mantuvo a pesar de la restricción de movilidad.
El pueblo venezolano demostrando responsabilidad y conciencia, acató cada una de estas acciones de prevención, lo que permitió que el país registrara un alto grado de rigurosidad en el cumplimiento de las políticas de repuestas ante la Covid-19, manteniendo los contagios en niveles manejables, en comparación a otros naciones del hemisferio y países desarrollados como Estados Unidos, Reino Unido, Italia y también España.
A pesar del bloqueo el sistema de salud pública nacional fue pilar fundamental
Al declararse la emergencia en el sistema de salud para la prevención y atención de los casos por coronavirus, el Gobierno Bolivariano habilitó distintos centros hospitalarios centinelas para vigilar, y acompañar el proceso epidemiológico, jugando un papel fundamental en la estrategia.
A esto se le suma la activación de la red de Centros de Diagnóstico Integral (CDI) de la Misión Barrio Adentro con la dotación de equipos, recursos en intervenciones necesarias para fortalecer sus capacidades de respuesta inmediata, la visita casa por casa por integrantes de Barrio Adentro y funcionarios de distintos organismos, acompañados por las diferentes organizaciones del Poder Popular para apoyar a las personas con algún síntoma y la implementación de una encuesta voluntaria a través del Sistema Patria.
También se habilitaron los hoteles sanitarios para acoger a pacientes asintomáticos garantizando el aislamiento sanitario y permitiendo la vinculación social y familiar estimulando la solidaridad y el apoyo popular.
Pese a que en los países desarrollados el personal médico sufría del caos de la pandemia; en Venezuela, acompañar, proteger y apoyar a enfermeras, médicos, trabajadores comunitarios y sociales, personal de laboratorio y farmacéuticos que estuvieron en la primera línea de atención, los llamados héroes sin capa, fueron los principios de la Revolución Bolivariana.
Aún con la imposición de las Medidas Coercitivas Unilaterales contra el país, se logró la adquisición de vacunas (VeroCell, Sinopharm y Sputnik V) en alianza con la República Popular China y la Federación de Rusia; en la actualidad, esta unión ha sido garante que se sigan aplicando refuerzos contra la Covid de forma gratuita.
La ciencia y su valor
Con pandemia y bloqueo, la ciencia y la tecnología nunca se detuvieron, y en favor a la vida, científicos, tecnólogos e innovadores nacionales dedicaron y dedican sus estudios y esfuerzos a desarrollar instrumentos para combatir una de las enfermedades más complicadas en esta era.
Los avances y aportes de la ciencia y tecnología venezolana se ven reflejados recientemente con el desarrollo de innovaciones de alto impacto para la prevención, atención y control de la enfermedad, además, de promover la comunicación a distancia y mejorar la calidad de vida de las personas.
Lo más destacado en esta área, solo por mencionar algunas, fueron: la identificación de un compuesto biológico potencial que neutraliza el SARS-CoV-2; el desarrollo de un suero equino híper inmune, fruto de un trabajo multidisciplinario que confiere inmunidad pasiva a pacientes con Covid-19; y la fabricación de cuatro prototipos de respiradores no invasivos para uso exclusivo de de pacientes creado por ingenieros de la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim) y científicos del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), entre muchas otras.
Así como, el poderoso antiviral desarrollado por científicos venezolanos a base de isotimol, un compuesto fitoquímico de aceites esenciales presentes en el tomillo y el orégano, el Carvativir, las denominadas “gotitas milagrosas”, para neutralizar 100 por ciento al coronavirus y que hoy está a disposición del público en todas las farmacias.
Toda la capacidad científica, profesional y moral combativa del personal médico estuvo orientada a atender el virus y sus variantes, con el Laboratorio de diagnostico y vigilancia epidemiología del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel para la implementación de diagnóstico antigénicoy la inclusión de estos resultados en las estadísticas nacionales de la pandemia. Además de la puesta en marcha de un laboratorio móvil con el nivel de bioseguridad necesario para realizar pruebas confirmatorias de PCR.
El pueblo es lo que importa
Solidarios, unidos, comprensivos, amorosos, son algunos de los adjetivos que describen al pueblo venezolano durante esta época oscura y ambigua.
La pandemia fue un proceso de enseñanza colectiva en la que todas y todos tomaron conciencia de las necesidades ajenas para, con mucha voluntad, apoyar a cubrirlas, porque al servir a otros, se hace el bien.
Con la cultura solidaria que caracteriza a los venezolanos, en unión y cooperación, la gente común acompañó a aliviar los miedos, la angustia y el aprieto a veces con pequeños gestos como comunicar a vecinos aislados, y en otras ocasiones a través de grandes proyectos como los llevados a cabo por los Consejos Comunales y sus jefes de calle con la distribución de productos necesarios o las tomas de urbanismos para hacer teatro callejero y alentar a diario a un población llena de incertidumbre.
El pueblo venezolano salió masiva y puntualmente a reconocer a los sanitarios, muchos se organizaron para repartir alimentos y los vecinos dejaron de ser personajes anónimos. La pandemia desató una ola de solidaridad nunca antes vista lo que ilusiona hacia la construcción de una sociedad mejor.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Nailet Rojas Garcia.
