Entre los distintos tipos de infecciones que existen en el mundo, se encuentra una rama llamada enfermedades zoonóticas, las cuales, a pesar de presentarse comúnmente son poco conocidas por la población.
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) Las zoonosis son enfermedades infecciosas que pueden ser provocadas por virus, bacterias, parásitos y hongos.
Estas infecciones se trasmiten de manera natural desde animales vertebrados al ser humano cuando ocurre una interacción entre estos.
Al respecto, la OPS advierte que “la estrecha interacción entre hombres y animales, así como el aumento de la actividad comercial y la movilización de personas, animales, sus productos y subproductos han propiciado una mayor diseminación de las zoonosis”.
La organización detalla que la propagación de estas infecciones también puede ser generada por la modernización de las prácticas agrícolas, particularmente en lugares en “desarrollo vulnerable a la destrucción del hábitat, a invasión humana y el cambio climático”.
El impacto de las enfermedades de este tipo no solo representa un daño a la salud pública, sino que conlleva pérdidas económicas en la región.
Por ello, expertos señalan la importancia de conocer los riesgos de estas infecciones que pueden llegar a ocasionar graves daños, para de esta manera evitar su propagación en la población.
Soluciones
Entre las soluciones más efectivas para el control de estas enfermedades se encuentra la ganadería regenerativa, una práctica que incrementa la productividad y reduce los costos de producción.
Otro de los beneficios de la ganadería regenerativa es que resulta una herramienta para convertir la actividad ganadera en un aleado contra el cambio climático.
Mediante la ganadería regenerativa, los ganaderos implementan prácticas como el pastoreo rotacional planeado, la genética del ganado adaptada localmente, la restauración de hábitat para fauna silvestre y la prevención de erosión, lo que permite garantizar la buena salud de los animales.
Como parte de esta técnica, los ganaderos y campesinos se forman en áreas como el control de las enfermedades zoonóticas. reduciendo así las posibilidades de contagio al cuidar a los animales y la interacción con estos.
