Prensa Mincyt/Karina Depablos.- Este viernes 1 de julio, representantes de los 18 motores productivos de la Agenda Económica Bolivariana se reunieron con la vicepresidenta de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez-Ramírez, para establecer los mecanismos y métodos necesarios para la formulación de estrategias de investigación e innovación que permitan fortalecer la producción, desde una mirada soberana y sustentable.
De acuerdo con Jiménez-Ramírez, la primera instrucción del presidente Nicolás Maduro es vincular la agenda y el plan de producción de cada uno de los motores económicos con la ciencia y la tecnología y hacia allá están dirigidos todos los esfuerzos y líneas de trabajo.
“Esta actividad forma parte de la agenda que ha definido el presidente de fortalecimiento de los 18 motores haciendo de la ciencia una herramienta para ello, para apalancar el sector productivo así como la integración de los saberes, de los talentos que debemos formar y especializar para la atención de áreas técnicas que se requieren para diversificar la producción de nuestra economía”, enfatizó.
“Este encuentro es eso, una oportunidad para la complementariedad, para generar conocimientos y tecnologías locales que tengan una vinculación más estrecha con el sector productivo y la gestión de gobierno. Es necesario impulsar el debate constructivo y colaborativo para articular, con los sectores productivos, una política de fortalecimiento de capacidades en ciencia y tecnología para impulsar una economía real”, expresó.
Para la vicepresidenta de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, la Agenda Económica Bolivariana es un mecanismo para apalancar el sector productivo nacional con el firme propósito de dar un salto y romper con la dependencia del rentismo petrolero, al diversificar las formas y los procesos de la producción, vinculados a las capacidades desde la territorialidad, el talento nacional y la infraestructura industrial venezolana.
“En el último análisis realizado por el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, menos del 5 % de las industrias nacionales tenía espacio en la investigación e innovación, lo que no les permitía generar aquellos productos y cambios en materia tecnológica y de apropiación de las tecnologías porque eso está determinado por una renta petrolera; antes todo lo comprábamos, no había necesidad de sumar y generar capacidades propias e innovadoras”, manifestó.
Jiménez- Ramírez explicó que la nueva Vicepresidencia de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud será una instancia que permita definir cuáles son las necesidades en materia de ciencia y tecnología, cuáles son las recomendaciones en las nuevas tendencias de los sectores económicos y cuáles son las necesidades del talento para intervenir y orientar las vocaciones desde la educación básica, y así atender las necesidades de investigación para apalancar el sector productivo nacional y diversificar las tendencias productivas.
“En el área de la salud hemos avanzado con la producción de plataformas tecnológicas que hoy nos dan soberanía para la determinación y diagnóstico del mal de Chagas, SARS-CoV-2, leishmaniasis, y recientemente, de toxoplasmosis. Esto indica que hay una capacidad instalada técnico-científica en el país que puede atender y acompañar al motor farmacéutico. Es una cuestión de dinamizar para la complementariedad”, subrayó.
En este sentido, recalcó que el cuadro científico y tecnológico de los centros de investigación del país ahora van a estar vinculados a cada uno de los motores productivos con el fin de crear una mesa de trabajo dinámica y un intercambio técnico-científico para definir proyectos y propuestas que van a estar marcadas por las líneas y necesidades del Consejo Científico Presidencial.
“Ahora, cada motor productivo tendrá un corresponsable en materia de investigación, desarrollo e innovación y espacios abiertos en todos los centros de investigación del país para ensayar, equivocarnos y también para crear. Esperamos recibir un documento identificado por el presidente Maduro como el Plan de Desarrollo y Ejecución del motor, identificando los elementos de ciencia y tecnología que requieren, el talento necesario para hacer las cosas; un talento que debe formarse, fortalecer su conocimiento y capacidades en algunas áreas técnicas y que debemos acompañar desde los centros de investigación”, añadió.
Insistió en que dentro del Plan de Desarrollo, los voceros de los 18 motores deben expresar el talento necesario, la infraestructura, así como las orientaciones en materia de ciencia y tecnología que requieren para optimizar sus procesos hacia las nuevas tendencias. “Eso es una combinación del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología con el aparato productivo del país. Es un proceso de vinculación, integración y de complementariedad”.
Construir bienestar común
La vicepresidenta de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez-Ramírez, reiteró que el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y la nueva Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (Locti) dan la apertura para que todos los venezolanos y las venezolanas sean actores fundamentales en la generación del conocimiento para construir bienestar común.
“No hay una experiencia como está en el mundo. No hay ninguna ley de ciencia que invite y le dé responsabilidad a los movimientos sociales en la creación del conocimiento. Las leyes de ciencia y tecnología del mundo solo reconocen la tríada: industria, universidad y centros de investigación. En Venezuela, hay una oportunidad extraordinaria para que el movimiento de comuneros y comuneras, las empresas de producción social, los movimientos sociales se apropien del ejercicio del método científico para la mejora de los procesos productivos en áreas estratégicas como agroalimentación”, acotó.
Finalmente, la vocera insistió en que la Vicepresidencia trabajará en generar una matriz de necesidades de talentos para poder orientar y apoyar los planes de los 18 motores, sin embargo, aclaró que los responsables de cada motor deben involucrarse y descubrir formas de atraer a los niños, las niñas y los jóvenes a casa área productiva del país.
“Vamos a crear y a tener planes extraordinarios que son muy buenas ideas, pero sin la gente para hacerlos. Hay una oportunidad valiosa en este momento para incentivar la participación de la juventud. Para apalancar los motores necesitamos el talento. Con el Ministerio de Educación tenemos toda la orientación de las vocaciones para que nuestros jóvenes vengan y tengan otros espacios. El programa Semillero Científico es una oportunidad extraordinaria para sumar capacidades y voluntades. Ahora, nuestra tarea es originar acciones para intervenir en un plan de orientación de vocaciones y de acercamiento de nuestros jóvenes a los espacios productivos e industriales”, puntualizó.