“Debemos hacer una crítica porque nuestro accionar cotidiano es colonial”

Prensa Mincyt/Karina Depablos.- En la tercera jornada de debate del V Congreso Venezolano de Ciencia, Tecnología e Innovación, la profesora de la Universidad Bolivariana de Venezuela María Figueredo aseguró, que para debatir sobre colonialidad del saber en los sistemas de educación trabajo y cultura, es necesario estar conscientes de que todos somos coloniales, en pensamientos y en acciones.

Durante el panel denominado “Educación, cultura, trabajo y naturaleza”, Figueredo comentó que también se debe revisar el ámbito de las investigaciones y la producción escrita, debido a que no se consideran las comunidades de aprendizaje orales ni la integración socioeducativa del pueblo.

“Un planteamiento que hago es en el ámbito educativo, tiene que ver con que en la pandemia se perdieron los aprendizajes; y yo decía por qué se perdieron los aprendizajes, por qué no valorar todo lo que hemos aprendido durante 19 meses de cuarentena, en todos los niveles educativos. Por qué no valoramos realmente lo que ha representado esta pandemia. A mí me tocó aprender a perder el miedo a la tecnología. Aprendimos todo lo que tiene que ver con bioseguridad, con aprender a convivir con el otro, porque ahora nuestra vida depende del otro”, enfatizó.

Por su parte, la rectora de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (Unesr), Alejandrina Reyes, indicó que, hace 30 años, diversos autores describieron al educador neocolonizado. Sin embargo, aclaró que no es solo el profesor, sino el científico, tecnólogo o un profesional de cualquier área.

“Mario Briceño Iragorry planteó esa visión neocolonial en economía. Es una colonización inconsciente donde nosotros lo que hacemos es reproducir, y eso lo hacemos los educadores/as a todo nivel. Fortalecemos una visión eurocéntrica. Cuando una visión no responde a nuestro pasado, presente y futuro, por supuesto, estamos fortaleciendo ese pensamiento neocolonial y sobre esto ya nos alertó nuestro Simón Rodríguez hace más de 200 años. Cómo nos vamos a enfrentar a esa visión neocolonial que está metida en toda nuestra cultura e incluso en los espacios cotidianos. Esa es la cuestión”, manifestó.

El profesor de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte), Fidel Barbarito, aseveró que la colonialidad es una cierta subjetividad que construye el colonizado, a partir de múltiples procesos de disputa, de interpelación con la cultura dominante y hegemónica impuesta por un proceso o por un proyecto político-colonizador.

“No es solamente asumirse colonizado y naturalizar esa colonización, sino reproducir la colonización a lo interno de la propia cultura. Entonces, allí yo me convierto en el dominador, en el macho dominador. ¿No? Y ese proceso colonizador que es racista, machista, clasista, lo reproducimos. Naturalmente, dentro de todas las instancias de nuestra cultura; pero, sobre todo, dentro de esas instituciones que han sido construidas por la modernidad occidental o eurocéntrica para expandir su proyecto civilizatorio de la sociedad burguesa. Entonces, esa colonialidad se legitima, se repite natural, se especializa dentro de las universidades, dentro de las escuelas con unos métodos que terminan siendo los métodos únicos y exclusivos para acceder al conocimiento”, detalló.

En tal sentido, Barbarito declaró que “es imprescindible tomar conciencia y comenzar a cambiar la participación, la metodología, la reproducción y la administración de ese conocimiento”.

De acuerdo con Isaliv Matheus, psicóloga y profesora de la Universidad Central de Venezuela, “hay que reconocer el esfuerzo que significa poder encontrarnos y reencontrarnos en una situación particular como la que estamos viviendo para debatir y buscar soluciones.

“Hay una urgente y necesaria práctica que debe convertirse en hábito en todos nosotros y esto es la autocrítica y la reflexión sobre qué es lo que nosotros estamos haciendo. La contradicción se ve: no son dadas. Entonces, es bueno separar la epistemología de la política, de la actuación, de la planificación, de la evaluación, o sea es parte de esa colonización. Para poder ampliar el esfuerzo, esta fuerza, el papel de la comunicación es fundamental”, acotó.

Matheus dijo que es necesario plantearse para qué es la ciencia y el conocimiento y la respuesta siempre debe ser: para la vida.

“Tenemos conciencia de la forma como nosotros percibimos el mundo y está determinada por una superestructura, por un conjunto de lógicas, de sentidos transmitidos a través del lenguaje y la comunicación. Ninguna reflexión puede ser individual, tiene que ser colectiva para poder revelar qué es lo que mal reproducimos y qué es lo que innovamos, porque si bien es cierto que nuestra base fundamental es Simón Rodríguez con su frase: innovamos o erramos; él no dijo improvisamos o erramos, hay que tener claro eso. Chávez nos llevó a trascender y a plantearnos salvar el mundo”, expuso.

Igualmente, Lucila Contreras, profesora en Universidad Bolivariana de Venezuela, destacó la importancia de reconocer que hay elementos de resistencia en la producción del conocimiento desde espacios en los cuales este conocimiento se encuentra y se construye con el otro y con la otra.

“El tema de la otredad, de la alteridad es parte fundamental para entender y reconocer que estamos en un proceso de colonización. Ver qué es lo que está sucediendo desde otras instancias, dentro de otras áreas del conocimiento. Me parece importante que, aunque hay una función reproductora de las ciencias sociales, también hay una producción del conocimiento que busca develarla, deconstruirla para hacer nuevas propuestas de producción de este conocimiento”, subrayó.

Contreras añadió que la producción del conocimiento para la vida pasa justamente por el reconocimiento del otro y de la otra.

“La capacidad de comunicar, pero de comunicar no de manera unilateral. Esto desafiaba un poco el papel de los medios de difusión. Tiene que ver con el despertar de la conciencia más allá, incluso, una lógica que sugiere la creación de los propios medios de comunicación que indica de la episteme, de cuando se investiga y se produce contenido para comunicar porque hay una producción de conocimiento. Tiene unas características muy particulares, pero su objetivo es fomentar una subjetividad que es el coloniaje; es una subjetividad que está oprimida, y desde otros planteamientos, paradigmas emergentes, busca su liberación, emancipación”, puntualizó.