Prensa Mincyt.- Un grupo de especialistas del Laboratorio de Ecosistemas y Cambio Global del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) participó en la redacción del Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos de las Naciones Unidas sobre los Impactos, Vulnerabilidad y Adaptación frente al Cambio Climático, publicado el pasado 28 de febrero.
Este reporte, de gran relevancia, concentra 25 capítulos que abarcan múltiples dimensiones de la crisis climática, desde diversas perspectivas regionales y temáticas.
Asimismo, el informe de las Naciones Unidas reconoce la interdependencia del clima, los ecosistemas, la biodiversidad y las sociedades humanas, en los cuales se hace evidente que la fragmentación en disciplinas no contribuye a entender o gestionar apropiadamente la crisis climática.
En el escrito, se reconoce también la necesidad de integrar diversas formas de conocimiento para comprender los procesos y reducir los riesgos para la humanidad y el resto de la naturaleza. Destaca que las medidas de adaptación deben ser eficaces, factibles y justas, de lo contrario, pueden ser contraproducentes y profundizar injusticias.
Del mismo modo, se insiste en la importancia de mantener el calentamiento por debajo de 1.5 °C, posición derivada de la Conferencia de los Pueblos sobre el Cambio Climático realizada en Cochabamba (Bolivia) en 2010 y que la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) defendió en las negociaciones internacionales años antes de que fuera finalmente aceptada.
En este sentido, el grupo de expertos venezolanos, integrado por Noemí Chacón, Ana Felicién, Jhonattan Bueno, Pedro Borges, Carlos Méndez, Mariela López, Adriana Silva y Meimalín Moreno, trabajó de manera ardua en dos segmentos: el capítulo regional número 12 sobre Centro y Suramérica, y el capítulo transversal número 7 sobre Bosques Tropicales.
En dichos capítulos se cubren diversas áreas en las que destacan la adaptación comunitaria y la integración de los sistemas de conocimientos indígenas, locales y científicos para aumentar la capacidad de adaptación. Además, trata sobre la caracterización socioeconómica y biofísica de la región; la evaluación y generación de mapas de vulnerabilidad regional; y la evaluación de niveles de deforestación, reforestación y resiliencia de los bosques tropicales.
Los científicos criollos añadieron a este trabajo el diseño de una nueva metodología para la evaluación de la vulnerabilidad frente a la crisis climática. Igualmente, realizaron contribuciones en la generación de mensajes claves para el diseño de políticas y otras secciones comunes a todos los capítulos del informe.
Los especialistas del IVIC trabajaron por más de tres años en este reporte mundial debido a la pandemia, las medidas coercitivas unilaterales y la crisis que atraviesa el país, sin embargo, este grupo de investigadores/as logró enviar una contribución importante para salvar el planeta, tal como se plantea el quinto objetivo del Plan de la Patria.
Vale resaltar que los resultados del Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos de las Naciones Unidas sobre los Impactos, Vulnerabilidad y Adaptación frente al Cambio Climático no son muy alentadores; muchos de los impactos son ya irreversibles.
De acuerdo con los científicos del IVIC, más del 40 % de la población mundial es altamente vulnerable, en otras palabras, las personas y los ecosistemas más vulnerables se ven afectados de forma desproporcionada. Los impactos y riesgos son cada vez más complejos y difíciles de predecir y manejar; las vulnerabilidades climáticas se profundizan al interactuar con vulnerabilidades económicas, sociales y políticas.
En este contexto, la crisis climática ejercerá presiones crecientes sobre la salud y el acceso a los alimentos y al agua en el planeta. Se intensificarán las migraciones forzosas. Las pérdidas y los daños aumentarán y serán cada vez más difíciles de evitar, concentrándose fuertemente en las poblaciones más pobres y vulnerables.
Específicamente, un resultado particularmente relevante es que Venezuela se ubica dentro de una zona de alta vulnerabilidad de la región, resultado que sin duda deberá tomarse en cuenta en el futuro.
Según los expertos venezolanos, a pesar de todo esta información desalentadora, todavía hay tiempo, aunque poco, para evitar lo peor. Los cambios necesarios son profundos y sistémicos. Hay que cambiar el sistema. Los esfuerzos que se hagan ahora hacia la adaptación y la atención de las pérdidas y daños serán cruciales para poder mantener la esperanza en un futuro, en armonía con la madre Tierra.