II Olimpiada Juvenil de Ciencias promoverá investigaciones en agua, energía y telecomunicaciones

Prensa Mincyt/Karina Depablos.- Estudiantes de más de 70 liceos del estado Miranda participan en la II Olimpiada Juvenil de Ciencias, que inició este miércoles 2 de octubre.Esta fiesta científica de Venezuela busca incentivar la vocación para la investigación y la innovación tecnológica de los y las jóvenes.

Durante el lanzamiento de la Olimpiada Juvenil de Ciencias 2020, la ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez-Ramírez, informó que la segunda edición trabajará la indagación con tres grandes temas: el agua, como fuente de vida y energía; las semillas y flores, sustento para el círculo de la vida; y las telecomunicaciones, que articulan el mundo de las conexiones.

“Es vital para nosotros brindar apoyo e incentivar a la juventud nacional para desarrollar sus capacidades. La Olimpiada Juvenil de Ciencias es un espacio que busca encender vocaciones científicas en los jóvenes venezolanos. Es un encuentro maravilloso que nos permite hacer del conocimiento un hecho innovador, un hecho lúdico; pero, sobre todo, promover la cultura científica nacional. ¡Eso ya es un éxito para la patria!”, manifestó.

La titular de la Cartera Científica comentó que el Gobierno venezolano trabaja para aplicar la ciencia, la tecnología y la innovación en todos los procesos sociales, con el fin de impulsar el bienestar de la nación bolivariana.

“La ciencia es un hecho humano: la hacen las mujeres, los hombres; los jóvenes. Debemos hacer de la ciencia un hecho cotidiano, un evento de la vida, un elemento para la liberación y la cultura del trabajo. El reto que tenemos es hacer de la ciencia un nuevo modelo civilizatorio, para nosotros y para las generaciones futuras”, expresó.

En este sentido, la ministra Jiménez invitó a toda la juventud a trabajar para construir un mejor país a través de la investigación y la gestión del conocimiento.

“La ciencia debe estar al servicio del pueblo. Es un descubrimiento continuo y, en ese descubrimiento, nos encontramos y encontramos el mundo. La Olimpiada de Ciencias desmonta los constructos de que la juventud no crea conocimientos. Este espacio tiene la energía necesaria para hacer del conocimiento un círculo virtuoso dirigido a liberarnos, recrearnos y hacer de la innovación un hecho social”, puntualizó.

Ciencia para la vida

En el lanzamiento de las olimpiadas científicas, el gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez, aseguró que llegó la hora de unir esfuerzos para emplear la ciencia y la tecnología en la solución de problemas concretos del país.

“Convocamos a todos y a todas para trabajar en la ciencia para el país, para la producción. La ciencia no es algo lejano: tiene que ver con cada aspecto de nuestra vida. Invitamos a todos los curiosos; a quienes les gusta estudiar e investigar para que aportemos nuestro granito de arena para construir una patria grande”, manifestó.

Por su parte, Nilmar Rivero, una de las estudiantes que participó en la primera edición de la Olimpiada Juvenil de Ciencias, agradeció esta gran iniciativa científica pues considera que, en Venezuela, hay muchos jóvenes ingeniosos, enérgicos y muy productivos.

“Desde niña, siempre me ha gustado la ciencia. Estas olimpiadas representan algo muy hermoso y constructivo. Me he esforzado bastante, he estudiado mucho para esto. Me encanta este trabajo para motivarnos, porque estoy segura de que hay personas como yo en cada rincón del país”, enfatizó Rivero.

Fotos: Prensa Mincyt

Agricultores urbanos de Caracas le ponen ciencia a la producción hortícola

Prensa Mincyt/Karina Depablos.- Más de 150 familias conuqueras de la parroquia Antímano de Caracas se integraron, desde este domingo, a la Alianza Científico-Campesina para incrementar las experiencias agroecológicas en la ciudad.

Por más de tres horas, los productores participaron de un intercambio de saberes, semillas y experiencias con la ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez-Ramírez; y la alcaldesa del municipio Libertador, Érika Farías; a fin de activar el Plan Estratégico de Producción Agroalimentaria para Caracas.

La ministra Ramírez informó que el Plan Siembra Caracas “se trata de una mixtura de ciencia venezolana, movimientos campesinos de la ciudad y gestión pública local. Es una alianza científico-campesina para multiplicar la producción de hortalizas y verduras en la urbe”, en aras de nutrir la dieta diaria de los pobladores de la capital venezolana.

Durante el encuentro, el equipo de la Cartera Científica compartió, con las familias conuqueras, plántulas de ají, pimentón y cebollín. También, entregaron semillas de papa soberana María bonita, a productores de La Pedrera; y semillas de cebolla a agricultores del Monte Sinaí. Ambos sectores pertenecen a la parroquia Antímano.

Ruralizar la ciudad

En su cuenta en Twitter @Gabrielasjr, la ministra de Ciencia reiteró que la agricultura urbana debe ser tratada como una prioridad nacional, para el fortalecimiento de experiencias de producción campesina, familiar y comunal, frente a una situación de constantes ataques a la economía nacional, y agresiones imperiales contra el pueblo de Venezuela.

“Debemos fortalecer, con la ciencia nuestra, las experiencias del modo de vida campesino que cohabitan en las ciudades. Es una manera de resistir e insistir, en medio del bloqueo terrorista de los EE. UU. La innovación, el conocimiento y el amor transforman realidades sociales. Es hora de que echen raíces las iniciativas familiares de producción de alimentos en las urbes. Las platabandas, los patios de las casas, las azoteas de los edificios son espacios que podemos destinar para los cultivos”, enfatizó.

Agregó que, desde Antímano, impulsarán la siembra de rubros agrícolas para las hallacas decembrinas del pueblo caraqueño: “Nuestro reto es superar las ciudades neoliberales, con alta dependencia del modelo agrario capitalista, para avanzar a ciudades vivibles y productivas. Los barrios caraqueños tienen una historia de innovación y expresiones organizativas para responder a esta tarea pendiente, y hacia allá vamos”, puntualizó.

III Congreso Venezolano de Agroecología visibilizará un hervidero de experiencias transformadoras

Nerliny Carucí.- Caracas fue elegida como sede del III Congreso Venezolano de Agroecología, que se realizará entre los días 17 y 19 de octubre del presente año.

El encuentro —organizado bajo el lema “Abono de esperanza para la resistencia y la construcción de otros mundos posibles”— congregará a trabajadores de la tierra, investigadores, innovadores, comuneros, en las aulas de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte).

Se trata de un “encuentro doble” de debate y presentación de trabajos, tal como lo anuncia el investigador Francisco Herrera, miembro de la Asociación Venezolana de Agroecología, “con el objetivo de reflexionar acerca de los modelos de producción agroecológicos, y sobre cómo hacer para que estas prácticas se repliquen a mayor escala, en un país que vive bajo asedio imperial”.

El III Congreso Venezolano de Agroecología pondrá en la agenda nacional la construcción de procesos agroecológicos, como un modo de existir, en lucha, resistencia e insistencias de nuestras raíces.

El programa establece tres días de reunión, centrados en la socialización de investigaciones académicas y de experiencias comunitarias; conferencias, mesas de trabajo, plenarias, ferias e intercambios culturales; para conocer y analizar los logros y los desafíos de la agroecología en el país.

A tono con la agricultura familiar

Para el ecólogo Francisco Herrera, “Venezuela es un hervidero de iniciativas agroecológicas que son invisibilizadas; porque, aún, mantenemos y reproducimos la falsa creencia de que el modelo agroindustrial genera los alimentos”.Indica que la agricultura familiar genera más del 60 % de los alimentos que consumimos en el planeta; al respecto, precisó que así lo ratificó, recientemente, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).

Recuerda que, si bien la agroecología tiene décadas en creciente expansión, se debe reconocer cómo fue a partir del año 1999 que hubo un boom en el país: “El artículo 305 de la Constitución habla de agricultura ecológica; es un cambio de paradigma.

A partir de entonces, se ha registrado un conjunto de iniciativas, públicas y populares, para promover la agroecología. Una de ellas es la creación del Programa Nacional de Agroecología en la Universidad Bolivariana de Venezuela, de donde florece el congreso que hoy nos convoca”.

Una práctica vital

Sobre el significado de la agroecología, la bióloga Dayana Ortiz, una de las organizadoras del Congreso, aporta que esta es una práctica vital para el futuro del mundo.

“La agroecología no solo es una ciencia, un movimiento, una práctica cotidiana: es la vida misma en el planeta. No debemos colocar a la naturaleza apartada de las sociedades humanas. Debemos reconocer que somos parte de la naturaleza, y aprender a establecer relaciones responsables”, manifiesta.

Ortiz agrega que es necesario articular las experiencias locales transformadoras: “Tenemos un modelo agrícola que no sostiene la vida, sino que más bien la deteriora. El modelo agroindustrial hace un uso indiscriminado de los recursos del planeta. Con la agroecología, podemos devolver su justo valor a los recursos de la Tierra. Los recursos naturales no son una mercancía; es hora de preservarlos”.

Por su parte, William González, estudiante de Agroecología en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), señaló que este encuentro nacional debe integrar las experiencias locales exitosas para construir un plan de soberanía alimentaria sobre bases académicas y saberes populares.

“La situación mundial actual nos dice muy claro: ¡o nos conectamos o nos extinguimos! No hay más opción. Bajo las condiciones que estamos viendo, hay cambio climático, menos disponibilidad de agua. Son alertas que deben llevarnos a detener la dependencia de la agroindustria y la renta petrolera, para volcarnos a la experiencia productiva familiar y comunal”, subraya.

Un movimiento necesario

Dayana Ortiz significa que, en las ediciones anteriores del Congreso, quedó pendiente generar un movimiento nacional, una especie de red de redes de iniciativas productivas agroecológicas, desde los espacios rurales hasta los urbanos, para articular políticas y promover, juntos, las estrategias que están permitiendo la territorialización de la agroecología.

En esta oportunidad, se ha abierto el abanico de participación a distintos actores populares e institucionales: “Invitamos a redes locales de producción y distribución, comunas, redes de innovación, agricultores urbanos y rurales, estudiantes, profesionales, cocineros/as, semilleristas, conuqueros/as, científicas/os; en fin: cualquier persona interesada en estos temas, para el encuentro, el intercambio y la construcción de un movimiento agroecológico nacional”, precisa la investigadora.

Para mayor información sobre la dinámica del Congreso y el proceso de registro, el equipo organizador pide consultar la página web: https://avaagroecologia.wixsite.com; o el canal en Facebook: https://www.facebook.com/IIICongresoVenezolanodeAgroecologia2019.

Fotos: Cortesía Prensa Mincyt