Expo Investigación Universitaria 2022 mostró ingenio de profesores y estudiantes

Prensa Mincyt- Este viernes, 9 de diciembre, en la Semana del Profesor Universitario, culminó la Expo Investigación Universitaria 2022, actividad en la que participaron 101 universidades del país (74 públicas y 27 privadas), con la exposición de 173 proyectos en materia de ciencia, tecnología, innovación.

En el desarrollo de esta actividad, la vicepresidencia sectorial de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez-Ramírez, destacó que “retomar la normalidad nos ha permitido volvernos a ver en las aulas de clase; en ese encuentro humano, el intercambio de saberes, de los conocimientos, la cultura de la innovación desde nuestras capacidades, desde nuestra identidad, desde la cosmovisión para promover el bienestar en nuestro país”.

La también ministra de Ciencia informó que, dentro de los proyectos, destacan áreas del conocimiento como la arquitectura, ingeniería, tecnología, salud, educación, ciencias básicas, ciencias del agro y del mar; proyectos alineados al Plan de la Patria y a los 18 motores productivos de la nación para seguir fortaleciendo la investigación.

“Todos son desarrollados en acompañamiento por estudiantes y profesores que demuestran la capacidad y el ingenio del venezolano”, valoró Jiménez-Ramírez.

Aplaudió la iniciativa de la ministra de Educación Universitaria, Tibisay Lucena, para que se concretara esta expo universitaria, la primera en su estilo en el país. “Esto es un importante esfuerzo que nació en el Ministerio de Educación Universitaria, con el propósito de mostrar las innovaciones científicas que nacen desde la territorialidad”.

Para el año 2023, la vicepresidenta sectorial apuntó que esta exitosa experiencia será multiplicada. “Por instrucciones del presidente Nicolás Maduro, el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación estará acompañando estas experiencias para garantizar que los proyectos que se encuentren en una fase avanzada puedan consolidarse y vincularse, de manera directa, con las necesidades de la Agenda Económica Bolivariana”.

Transformación universitaria

El viceministro para Investigación y Generación de Conocimientos, Francisco Durán, detalló que, en esta expo universitaria, participaron 435 investigadores, representados en 269 profesores y 166 estudiantes.

“La investigación, el conocimiento está presente en esta Expo Investigación Universitaria con soluciones a problemas reales del pueblo venezolano. Estamos avanzando hacia un conocimiento dirigido a la transformación del sistema universitario y a la transformación social y productiva”, señaló Durán.

Walterio Lanz, un propagador de vida

Prensa Mincyt.- Walterio Lanz vino al mundo un 3 de marzo de 1950, en el pueblo de El Tigre en el estado Anzoátegui, al oriente de Venezuela; aunque los que los conocieron dicen que, al hablar, lo delataba una mezcla de sonoridades larenses, llaneras, con ocasionales incrustaciones andinas.
 
Hijo de campesinos, Walterio fue un hombre creador, amante de la tierra, a la que le gustaba sentirla con sus pies. Un referente simbólico de la ciencia entendida desde el territorio.
 
Este investigador/innovador era un hombre con una cabellera entre blanca y amarillenta, con una larga y frondosa barba también blanca, signo de la sabiduría del tiempo. Al despertar, antes de salir a su faena, colaba su cafecito. Era un venezolano sencillo, con buen humor, a quien le gustaba conversar. Era muy curioso por saber lo que otras personas conocían para él cuestionarse y crecer. Siempre llevaba consigo unas  semillas, que guardaba en sus bolsillos. Así intercambiaba semillas e ideas.
 
Era un maestro de maestros, defensor de la agricultura humanizada y de la Tierra. Rescató y reprodujo semillas nativas, campesinas, indígenas y afrodescendientes, y enseñó a varias generaciones de trabajadores rurales. Desarrolló propuestas para piscicultura y se opuso, con fuerza, al agronegocio.
 
Decía que un niño pequeño tenía que “aprender haciendo, aprender jugando”. “¿Cómo el carajito aprende a relacionarse con la semilla? Bueno, viendo la semilla, manipulándola, sembrándola y viendo los resultados; equivocándose, volviendo a intentar. Convertir la experiencia en algo natural no forzado, ahí hay más oportunidades para aprender”, dijo Walterio en una entrevista reciente. 
 
El agroecólogo Walterio Lanz creó e impulsó la Escuela Popular de Piscicultura y la Escuela Popular de Semillas, expresiones del pueblo organizado.
 
Era una persona que experimentaba en el territorio. Su gran laboratorio eran las necesidades y realidades de los pueblos de Venezuela. Dedicó su vida al territorio nacional: lo recorrió de punta a punta. Sus aportes estuvieron dirigidos por construir un planeta habitable y más justo.
 
¡Siempre celebró la vida! La celebraba en cada una de las cosas que hacía, con agudeza, crítica y perseverancia. De hecho, solía expresar un gusto muy fino por la constatación, por la investigación, por corroborar desde la experiencia todas las ideas que se le ocurrían y eso lo terminaba haciendo en grandes experimentos comunitarios.
 
Investigadores venezolanos que lo conocieron refieren que, en los últimos años, fue un profundo crítico de la forma en cómo se producen las proteínas en Venezuela. Desmontaba, con mucha agudeza, la ineficiencia del modelo de la ganadería como producción de carne, en relación con todas las otras formas de producir proteínas disponibles para los pueblos.
 
Estaba convencido de que la mayoría de las respuestas en salud y agroalimentación se hallaba en los territorios, y no en los laboratorios ni en las patentes; es decir: no estaban ajenas a las personas, si no estaban en manos de las personas.
 
Hoy, Walterio Lanz no recorrerá físicamente esos espacios a los que entregó su vida, en los que compartió e hizo amigos/as, pues la eternidad lo llamó. Pero fue tan sabio que, antes de partir, enseñó a generaciones de antes y ahora a proseguir su legado.
 
En cada espacio, Walterio dejó una amiga, un amigo, un pueblo que lo va a extrañar; él se ganó eso al comprometer su vida por el bienestar de la gente.
 
Antes de partir, su último deseo fue que incineraran su cuerpo y que sus cenizas se  mezclaran con la inmensidad del Orinoco. ¡Vuela alto, Walterio!

Chávez y su llamado a la construcción de comunidades de pensamiento crítico

Prensa Mincyt.- Este jueves, 8 de diciembre, la vicepresidenta de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez-Ramírez, reiteró que uno de los legados más importantes del comandante y líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, como pensador del Sur global, es la formación de comunidades de pensamiento crítico, de conciencia.

“Con su pensar, pleno como la luna llena, Chávez insistía en que la batalla por el saber no es solo un problema técnico: es un acto ético. En Chávez, la batalla del conocimiento, la batalla de la conciencia, la batalla de las ideas, debemos arreciarla. ¡Eso es fundamental para la liberación, la integración, la unión verdadera de nuestros pueblos, para la salvación del mundo! Incluso, un deber”, enfatizó.

Cuando se cumplen diez años del último discurso que pronunció el comandante Chávez, la vicepresidenta sectorial comentó que, en el pensamiento del gigante de Latinoamérica, no se trata de descubrir por descubrir: hay que estudiar las implicaciones del conocimiento y la técnica que se genera.

“Siempre tenemos que hacernos esa pregunta, y la respuesta a esa pregunta será otro acto de invención. El llamado de Chávez es un faro en la encrucijada de hoy: pensar los problemas es actuar éticamente. Una invitación a cultivar un pensamiento crítico, creativo y propositivo, comprometido con la vida. Pensar y reconstruir la historia desde el Sur”, manifestó.

En este sentido, Jiménez-Ramírez expresó, en Chávez, la pedagogía de la pregunta es clave para el ejercicio descolonizador y la transformación cultural.

“Para el comandante Hugo Chávez, superar la racionalidad moderna/colonial pasa por pensar, con seriedad, los mitos de la lógica occidental y desmontar los imaginarios hegemónicos”, resaltó.