Estudiantes de Caracas visitan espacios del Centro Nacional de Tecnología Química.
En el recorrido, los estudiantes conocen sobre los proyectos y las actividades que realiza este centro científico del país.



Estudiantes de Caracas visitan espacios del Centro Nacional de Tecnología Química.
En el recorrido, los estudiantes conocen sobre los proyectos y las actividades que realiza este centro científico del país.
Evidencia científica ha demostrado que comer pan, a diario, hecho a base de trigo, bajo procesos de fermentación acelerada, puede elevar los triglicéridos y producir problemas inflamatorios, cardíacos, o diabetes.
A diferencia del pan convencional, las fórmulas del «pan pensado para nutrir» que trabajan algunas comunidades rurales y urbanas del país, con la investigadora María Correa, tienen el gran valor nutricional de tubérculos huérfanos (batata, ocumo, ñame, yuca) y raíces tuberosas (remolacha y zanahoria); así como frutas tropicales: cambures, nopales.
Los panes que salen de los hornos comuneros, dentro del proyecto científico venezolano «Pan pensado para nutrir» son bajos en azúcar y grasa, y tienen un perfil nutricional elevado, con un alto contenido de fibra dietética saludable, calcio, fósforo y hierro.
«Si nosotros desarrollamos este tipo de prácticas a nivel nacional, podemos tener unidades de producción ganaderas que sean más amigables con el ambiente, lo cual es de vital importancia, ya que estas prácticas promueven actividades como la captura de carbono», dijo Adrían Hernández, coordinador de servicios agropecuarios de la Fundación Nacional para el desarrollo de la Biotecnología (Nadbio).
RIF: 20013038-5